Acerca de El Cisne Negro y otros alimentos venenosos

Este libro, casi un Best Seller, salió desde Wall Street con aires de inocencia, con una óptica cuasi científica, cuyo autor lo ubica como un ensayo, o como algo filosófico nada más, a propósito olvidaré su nombre, no lo quiero mencionar por su mala fe y los objetivos que pretende alcanzar en la mente de un especulador, es de aquellas cosas que envenenan el alma y la mente que se llega a traducir al mundo real en crisis paranoica y quiebre de tu cuenta.

Recientemente, me he declarado exconspiranoico y de aquello he procurado rescatar lo rentable. Me detuve a ver cuál es la mercadería que se vende allí, a esto yo le llamo visión periférica, o simplemente buscar cual es negocio detrás del negocio. Uno de mis analistas fundamentales favoritos es Alex Jones, es muy acertado a largo plazo, nunca pierde, uno de mis voceros favoritos ya que habla con una forma muy chabacana y eso hace que la mayoría de operadores por paradigmas de ternos, corbatas y buenos modales lo descarten de entrada y solo sigan con las ojeras de caballo por el camino.

Pues este señor predijo muy acertadamente la crisis del dólar, fue directamente a Wall Street y se coló a las reuniones del Club de Bildelberg a rogarles que no quiebren la economía gringa. Se merece un Oscar, es un buen actor, se lo reconozco, ya que cumple con el cometido de tener paralizadas a las masas a través del miedo y a la vez es vocero de los grandes especuladores para indicarles los momentos oportunos de mayor ganancia. Qué genios que somos se han de decir a puerta cerrada ese grupo de gente que maneja la economía del mundo. Ya está prediciendo la caída del dólar y el oro por las nubes, seguramente que analizando su lenguaje deben estar las claves del cuando. Queda clarísimo que solo el vulgo explicó lo que pasó después del suceso, pero ellos ya lo sabían!

Cuando hablamos desde el punto de vista científico las suma de probabilidades crean certezas. El principio de incertidumbre de Heisemberg, que creo que muchos lo conocemos, básicamente dice que es imposible medir con exactitud un evento, en este caso la ubicación de una partícula subatómica en el espacio. Pero la teoría de probabilidades absorbió este principio de incertidumbre y pudo conocer la masa de un electrón solo disparando los mismos a través de una lámina de metal y esperar al otro lado los que llegaban, de esa sumatoria de errores y aciertos, la física cuántica es lo que es el dia de hoy.
Queda claro que el impacto de lo altamente improbable es una falacia. Nuestro Universo es fractal, todas las formas, los relieves naturales, nuestro planeta, nuestro cuerpo, los ciclos del mercado, mi opinión contraria al libro que critico, los picos y valles de nuestra civilización obedecen a unas reglas matemáticas muy definidas de las que nadie está exento. La energía siempre fluye por el camino que ofrece menos oposición, eso los operadores lo vemos todos los dias cuando nos sentamos frente a la PC. Al ser nuestro genoma basado en lo fractal nos damos cuenta que el caos es lo que siempre ha sido y fluye desde lo macro hasta lo micro.

El Universo, basado en dos fuerzas necesarias, la creadora y la destructora, que nuestra especie lo define como dualidades, bueno y malo, ying y yang, para nuestro caso, toros y osos, tiene un equilibrio intrínseco, una armonia musical, que por nuestro desconocimiento, o en esta era moderna, desprecio al conocimiento holístico, no valida la teoría macro del autor, ya que ese aparente aleatorismo es predecible en base a la estadística seria. El libro es nada más que una teoría basada en la incertidumbre primordial que crea a la vez incertidumbre a las masas, la cual se dispersa y pierde su orden, es decir analiza perfectamente la sociedad actual.

Animated fractal mountain (Photo credit: Wikipedia)

La aleatoriedad y lo que parece impredecible bajo la lupa de la ciencia no lo es. El referido Einstein mismo expresó que Dios no juega a los dados con el mundo, en clara alusión a desechar lo improbable y demostrarlo matemáticamente, si bien su pensamiento era místico, su fundamento era de la escuela esotérica Pitagórica, aquella que declara que el lenguaje de Dios está en las matemáticas. Pues bien, es de dominio popular, que el siempre decía que su objetivo era descubrir lo que piensa Dios a través de la ciencia.

En nuestra sociedad actual, lo que genere disociación en el humano es promovido a los 4 vientos, mientras que los que razonan con coherencia y explican el mundo tal cual es son escondidos de lo público.

La naturaleza humana también es predecible. Genéticamente los fenotipos humanos tienen comportamientos diferentes -somos animales no se nos olvide jamás- es por eso que los problemas de las regiones son muy diferentes. Estamos limitados por nuestra genética y sobre todo por nuestro entorno: los principios del éxito son los mismos para todos, pero no todos pueden ser pacifistas, peleadores, ingenieros, banqueros, vasallos, ovejas religiosas, tramposos, traders, etc. Es una pena que en la sociedad actual tan abundante, no exista una hegemonia en el desarrollo personal de la gente. Creo que se me entiende,la Teoría Conductista habla mucho de eso.

Mientras discutimos de esto, es seguro que hay por allí un grupito de matemáticos con la fórmula del fractal en mano discurriendo de ganancias especulativas y análisis sicológico de las masas. Por ejemplo, se me ocurre, ya que el fractal de una divisa no es nada más que la sumatoria de las conductas humanas de todo un grupo bajo esa moneda, que saben que hay un pico en marzo favorable a tal paridad y favorezcan la volatilidad con eventos de optimismo o depresión. Las pistas para el vulgo, como siempre, son pocas, pero si los grandes cerebros ya están experimentando con el colisionador de hadrones y se sabe exactamente cómo funciona la bioquímica dentro de nuestros cuerpos, otra vez, insisto, solo porque nosotros no lo sepamos no significa que no exista y no hay que medir al mundo con nuestra vara. El escepticismo a lo vulgar, a lo famoso siempre nos dará pistas para ser buenos especuladores.

En esta sociedad, lo improbable no existe, las verdaderas partidas se juegan a escondidas y solo nuestra mente puede husmearlas y mientras más preparada esté, más fino el hilado.

Al terminar de leer este artículo, no me crean nada de lo que digo, vayan a leerlo, ponerse a favor o en contra de algo, solo porque otro lo dice es una actitud sectaria, digna de un fanático, saquen sus propias conclusiones y procuren argumentarlas.